Género


Celebramos el 8 de marzo de 2019

El almendro de la igualdad.







- ¿Quién debe trabajar por la
igualdad?
- Yo.
- Si no es ahora, ¿cuándo?

Emma Watson

Nací en un pueblo cercano a la capital
granadina (La Malahá). Estudié primero,
segundo, tercero y ahora estoy finalizando
cuarto de ESO en el IES El Temple. La clase de
cuarto A puede decir que hemos sido
afortunados de estar en este instituto, puesto
que no se han impuesto límites por ser chico o
chica. Desgraciadamente, no todas las chicas
han gozado de los mismo derechos que mis
compañeras de clase.

Hemos estudiado las materias optativas según
nuestras preferencias, no ha existido diferencia
de ser chico o chica como en otros centros de
nuestra misma provincia. Si salimos al exterior
vemos que la situación de las chicas es todavía
desigual. El acceso a la educación y la cultura
para las chicas en otros continentes es
totalmente desigual con respecto a los chicos.

Afirmamos que no hay ningún país del mundo
en el que se le reconozcan los mismos
derechos a la chicas que a los chicos. Porque
ningún país puede decir que ha alcanzado la
igualdad de género.

No es frecuente que se diga que los chicos
están atrapados por estereotipos de género,
pero lo están. Si los chicos no necesitaran ser
agresivos para ser aceptados, las chicas no
serían sumisas. Si los chicos no tuvieran la
necesidad de controlar, las mujeres no serían
controladas. Tanto chicos como chicas
deberían sentir que pueden ser sensibles. El
género se debe llegar a concebir como dos
conjuntos de ideales opuestos.

Los chicos tenemos que ser tolerantes,
aprender a convivir en igualdad, reconocer a la
mujer como un igual y comprender que no hay
tareas específicas para un género concreto.
Esto es tarea de todos.

Los chicos de cuarto de ESO de IES El Temple,
soñamos que cuando seamos hombres y
mujeres sería lo correcto: que como mujer se
pague lo mismo que a compañeros varones,
que haya mujeres que nos representen en la

elaboración de políticas y toma de decisiones
en el país, que socialmente, se trate con el
mismo respeto que a los hombres.

Se ha evolucionado bastante en los últimos cien
años pero aún queda mucho por conquistar
para conseguir una plena igualdad.

Vamos a plantar nuestro almendro de la
igualdad. El almendro es un árbol frágil, de
flores hermosas, que requiere unos cuidados,
por ejemplo, abono (nuestro abono son
mensajes de igualdad de todo nuestro IES,
profesorado, alumnado y toda la comunidad
educativa) para dar su fruto.

Lo mismo sucede con la igualdad. Debemos
cuidarla diariamente pues, como el almendro,
no nos podemos relajar en su cuidado. Pues,
dada su fragilidad, cualquier cambio puede
hacer peligrar los derechos alcanzados.










 

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